Años de luz

¿Qué tienen en común José Antonio Labordeta con Federico Jiménez Losantos? ¿El cantautor Joaquín Carbonell con el economista Manuel Pizarro? ¿El dramaturgo José Sanchis Sinisterra con la presidenta de Liga internacional de Mujeres por la Paz, Carmen Magallón?

Todos ellos compartieron, fruto de la casualidad, un espacio; el Colegio Menor San Pablo de Teruel y un tiempo, finales de los años 60; que tuvo una repercusión capital en la creación del sentimiento aragonesista de las siguientes décadas.
En el Teruel de mitad de los años 60, nació la idea de un joven profesor, Florencio Navarrete, de crear un Colegio Menor para alojar a los estudiantes que llegaban a Teruel provenientes de los pueblos de la provincia. La vida de estos pueblos parecía anclada en el pasado, con una economía de subsistencia, con un presente duro y un futuro incierto. En ese momento, comenzó a funcionar un plan de becas rurales y cientos de niños salieron de su pueblo por primera vez en su vida rumbo a Teruel, entre ellos unos jovencísimos Joaquín Carbonell, Federico Jiménez Losantos o Carmen Magallón.

Al instituto Ibáñez Martín primero y al Colegio Menor San Pablo después, llegó por mera casualidad un grupo de profesores jóvenes recién graduados (Labordeta, Eloy Fernández Clemente, Sanchis Sinisterra entre otros), con ganas de enseñar y proponer, con naturalidad, otro tipo de relación con sus alumnos.

Poco a poco, sin un plan previsto, se fue formando un grupo de alumnos y profesores en torno a las actividades que cada tarde se realizaban en el Colegio Menor San Pablo. Exposiciones, conferencias, tertulias, música, teatro, revistas habladas, prensa.., fueron el día a día de unas personas que convivieron en una armonía intelectual al margen de la llamada cultura oficial y a pesar, en numerosos casos, de ésta. Este grupo de jóvenes revolucionó la sociedad turolense.

Esta experiencia pedagógica y cultural fue un hecho inaudito en la sociedad española de los 60; podría conectar con las experiencias de lo que fue la Institución Libre de Enseñanza. Hay quien dice que uno es de donde ha cursado su bachiller y aquí se constata. Esa eclosión de luz, de arte, de ideas, ha dejado su huella en todas estas personas que compartieron un tiempo y un lugar maravilloso.